viernes, marzo 31, 2006

Momento telepático

- Mirá, esa foto soy yo de chico.
- Era de cuando tenías cara de bueno.
Rieron y fueron a preparar mate. Cuando llegó la amiga, muy poco después miró la misma foto.
- Este eras vos, que no me acuerdo?
- Sí
- Cuando tenías cara de bueno.
Sonrió desde la cocina.

jueves, marzo 30, 2006

Conexión

Hubo una época en que el pelo de ella le quedaba en las manos. Cuando vuelve a sentir ese olor es tremendamente feliz.

lunes, marzo 27, 2006

4.30 am

No sonó el despertador. No fue un trueno, ni una sirena, ni un tiro, nada... absolutamente nada, hizo ruido.
Me desperté solo.
Después de apretar la parte del despertador que iluminaba la hora tuve la sensación ridícula de tener que conectarme a internet. Tan ridícula como un deber a la madrugada, que no sea urgente. Después de insultarme unos momentos pasaron por la imaginación rostros que podrían estar del otro lado de la pantalla pensando "por favor que aparezca alguien"y me levanté casi murmurando que soy un imbécil, que me iba a encontrar con una pantalla vacía, burlándose de mí.
Encima estaba fresco y no daba para vestirse. Bajé así nomás por la escalera larga de madera. Las sombras se reían a carcajadas del insomne. La computadora tardó una eternidad en mostrarme una pantalla dónde escribir. Cuando por fin lo hice me encontré con lo obvio, lo normal, lo que estaba esperando para odiar: nadie conectado.
Estaba por desconectarme cuando empezó a titilar una conversación. Era una amiga.
Le sonreí a las sombras.

Somewhere Out There


Somewhere out there beneath the pale moonlight
Someone's thinking of me and loving me tonight
Somewhere out there someone's saying a prayer
That we'll find one another in that big somewhere out there
And even though I know how very far apart we are
It helps to think we might be wishing on the same bright star
And when the night wind starts to sing a lonesome lullaby
It helps to think we're sleeping underneath the same big sky
Somewhere out there if love can see us through
Then we'll be together somewhere out there
Out where dreams come true
And even though I know how very far apart we are
It helps to think we might be wishing on the same bright star
And when the night wind starts to sing a lonesome lullaby
It helps to think we're sleeping underneath the same big sky
Somewhere out there if love can see us through
Then we'll be together somewhere out there
Out where dreams come true

Sonrisa



Le dio golpecitos al micrófono. Era uno de esos típicos días de la familia que se celebraban todos los años en aquel lugar.
- Algunos saben que por la enfermedad de mi hermano le es muy difícil comunicarse. Muchas veces el gesto es el mismo, aunque sabemos que debe sentir cosas diferentes... pero cuando escucha esta canción, mi hermano sonríe desde que empieza
hasta que termina.
Y así fue.

En el campo

Cuando llegó ya estaba muerta. Un charco de sangre bien roja rodeaba el árbol.
- Primero le buscamos la arteria en el cuello. Nos lleva un tiempito, pero es importante- le explicó uno de los hombres.
- Sostenga acá- le dijo otro, y sostuvo una de las patas mientras la abrían al medio.
El ojo de la vaca parecía de vidrio y ya no le molestaba la hoja del cuchillo recorriendo su cuero. Un par de cortes y se dividió en cuatro. Llevarla entre varios a pesar en una balanza vieja. La cargaron en la camioneta y el que necesitaba carne para un casamiento pagó. Todos se mancharon con sangre.
Fueron a liberar al resto de las vacas, que atravesaron todo el campo hasta llegar al charco de sangre y se reunieron formando un círculo alrededor del árbol.
- Ahora van a empezar a mugir.
- En serio?
- Sí, yo creo que sienten algo. Hoy a la mañana ya estaba intranquilas.
Se quedó solo en silencio, hasta escucharlas.

Creer o reventar

Hace mucho tiempo hubo, una chica, que después de misa empezó a gritar. Parece que era costumbre que se arrancara los rosarios del cuello. Los que escucharon sus gritos dicen que helaban la sangre. Cuando se ponía así el pelo negro le tapaba la cara y su mirada que a veces se entreveía era oscura, y de un odio profundo. Parecía querer matarte.
La llevaron con los sacerdotes, que en ése entonces eran dos. El mayor le puso las manos sobre la cabeza y ella comenzó a temblar. Con la mirada encendida comenzó a repetir con una voz gutural "tu mano me quema"... de golpe dejaba de decirlo y luego volvía a repetirlo una y otra vez. Después de un rato le recomendó que fuera al otro día a confesarse y participara de la misa. Así lo hizo, y dicen que no volvió a arrancarse los rosarios.
Esa noche mientras se servían un café, el cura comentó.
- Los momentos en que decía que mi mano le quemaba eran exactamente los momentos en que rezaba para adentro, sin ni siquiera mover los labios. Cuando dejaba de rezar dejaba de temblar y de hablar.
El otro lo miró y levantó las cejas. De golpe tuvo fe.
- Me pasás la azucar?
- Si

domingo, marzo 26, 2006



- I love you so much, I'm in the World Trade Center...
Así empezaron la mayoría de los mensajes desde las torres gemelas, el 11 de septiembre.
A quién hubieras llamado? Qué le habrías dicho?

Bichos raros



El hipocampo o caballito de mar es una criatura de aspecto prehistórico, a medio camino entre la leyenda y la realidad del fondo marino. Algunos diccionarios lo siguen definiendo como "animales mitológicos", es una de las criaturas más enigmáticas y fascinantes de la naturaleza. Con frecuencia varios adultos van juntos, trenzando sus colas prensiles con apariencia de que ejecutan una danza, la cual puede ser fatal cuando la ejecutan ejemplares jóvenes, que a veces no saben desprenderse y acaban muriendo de inanición.
Al parecer, secas y convertidas en polvo, las delicadas criaturas marinas curan diversas enfermedades, incluidas el asma, la incontinencia o la impotencia.
Como personajes del cuento de hadas del que parecen salidos, se mantienen fieles al mismo compañero durante toda su vida. Incluso si uno de los miembros de la pareja muere, es improbable que el caballo de mar superviviente busque un nuevo compañero. De la misma forma, si uno es pescado, el otro continuara el resto de su vida solo y la descendencia se convertirá en cosa del pasado.
Ninguna de las treinta y cinco especies conocidas responde bien a la cautividad.
Los orígenes de este animal siguen siendo un misterio

sábado, marzo 25, 2006

La verdad los hará libres

Cuentan que cierta vez, una pareja iba en moto. Y entre los dos llevaban un bolso, por algún motivo, lleno de armas. Eran épocas difíciles para el país y al viajar así no sólo se jugaban la libertad sino la vida.
La cuestión es que cuando vieron el control militar en la ruta ya era tarde. Si daban la vuelta serían perseguidos. Hablaron la distancia que les quedaba si convenía parar o acelerar. Igual ya estaban muertos, pero decidieron parar.
El militar los miró detenidamente y le pidió los papeles de la moto que recibió sin mucha atención, fijando la vista en el bolso.
- Qué llevan ahí?
Ella sonrió.
- Armas! somos los montoneros.
El uniformado se rió y le devolvió los papeles.
- Dale montonera- respondió a lo que sólo podría haber sido un chiste- pasen.
Pero era la pura verdad.

Flores que brotan de las piedras


Otro lo ayudó a calzarse el tubo. Se puso la máscara y comprobó que hubiese sellado. El casco arriba y levantar la mirada, tratando de ver la realidad a través de ese visor sucio. Todo palpitaba en rojo por las luces giratorias de la autobomba. Escuchaba los soplidos secos de su tubo y el de sus compañeros cada vez que expiraban. Adivinando el piso avanzaron entre los muebles quemados, el calor, el techo que goteaba agua tibia, las sombras negras que bailaban según las linternas.
El aire fresco de la noche es un alivio. No hay más víctimas, a juntar las cosas.
El oficial más hijo de puta de todos habló en la autobomba, cuando volvían.
- Me asusté. En un momento pisé una muñeca y pensé que era un bebé.
Todos lo miraron con sus caras sucias de hollín, en silencio y entendieron perfectamente su temor. Parece que el oficial también tiene sentimientos.
El encuentro es un lugar teológico.

viernes, marzo 24, 2006

Marcas

Miró a su alrededor. Todos desarmaban las carpas donde habían vivido 15 días.
La amiga de pecas lo miró y se rió. Siempre se reía.
- Te colgaste.
- Siempre me pasa que cuando nos vamos parece un lugar distinto del que vimos cuando llegamos. Como si ahora que tiene recuerdos es distinto, como si le dejáramos huella, o algo.
- Para mí es el lugar el que deja huellas en uno.
- Me gustó.
Y siguieron sacando estacas.

Usted qué opina?