sábado, junio 21, 2008

Madrugada.
A esa hora pueden salir conversaciones de cualquier tipo, silencios muy profundos y actitudes de lo más variadas.
Creo que ni ella sabe por qué, pero una compañera de trabajo sale con la idea de que su abuela murió dos años después de partir su abuelo.
- No podía vivir sin él- reflexiona
- Mi abuelo, en sus últimos años, perdió la capacidad de razonar, y no nos reconocía.. a nadie; pero nombraba permanentemente a mi abuela, aunque ya no estaba la buscaba.. era de la única persona que se acordaba- dice otra compañera
- Me encantan esas historias-
Los compañeros nos callamos. O pensamos lo que dijeron o no nos importa, o estamos cansados, o no queremos hablar, o es un mundo ajeno.
Mi abuela? nada que ver, estuvo toda la vida enamorada de un hombre que no era su esposo. Una desgracia? puede ser porque además su esposo le pegaba.
Lo reencontró después de muchos años. Alguien la nombró desde atrás con un nombre que no escuchaba desde aquel entonces. Y se estremeció. Hablaron horas. Bailaron, bien o mal, porque era una fiesta. Y no lo volvió a ver, tratando de olvidarla se había casado.
Escuché ése, su recuerdo, muchas veces..volvía a él siempre que podía o lo necesitaba.

2 Comments:

Blogger Maris said...

Juan:...el recuerdo es el único amor que nunca nos abandona.

Beso grande.

junio 27, 2008 12:21 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Todos volvemos a esos recuerdos y a veces nos estremecemos.
Abrazo.
G.A.D.

julio 08, 2008 8:00 p.m.  

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