jueves, julio 03, 2008

2da parte

Le mostré lo que escribieron.. le volvió a brillar la mirada.
Gente desconocida se preocupaba, creo que eso le ató la esperanza al cuerpo, y le compartí lo mío: hace un tiempo me di cuenta de que en varias relaciones los demás se habían acostumbrado a que yo tomase la iniciativa, y si yo no me movía, había cada vez menos. También me pregunté si valía la pena y me di cuenta de que era una cuestión de opciones. En algunas elegí seguir tomando la iniciativa, en otras traté de que fuera más repartido el esfuerzo, y en otras dejé que fuera la otra persona quien tomara la iniciativa, si quería. Elegirlo me devolvió la paz.
Le dije que nuestra incondicionalidad es de barro, pero es, y no es poco.
Sonrió, y me dijo que ya había decidido seguir siendo como es y dando lo que da, y que después de haberlo decidido había recibido un gesto incondicional muy fuerte, y estaba agradecido y renovado.

En alguna parte, un cordero no mató a una rosa, y eso nos afecta, a nosotros...a todos.

1 Comments:

Blogger let said...

Es ley de Dios que tú y yo nos amemos. Es fuerza que me ayudes y te ayude.

Nadie es tan indigente que no tenga algo que dar; nadie tan rico que no sienta necesidad que otros puedan colmarle.

Yo no puedo andar sin el cayado de tu brazo y tú sin el del otro o sin el mío.

Nadie lo tiene todo y nadie nada. Por eso hemos de dar lo que tenemos y lo que no, pedirlo humildemente.

julio 04, 2008 4:25 p.m.  

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